Aparcamos el coche y fuimos viendo uno a uno los coches que allí había, unos conocidos, otros no. Así pasamos el tiempo hasta la hora de comer, tampoco había prisa, nos invitaron a un pintxo de tortilla de buen tamaño y eso nos permitía cierto margen para aguantar.
Empezamos la visita por unos stand con tallas de madera y maquinaria de labranza a escala pero funcionado con motores de gasolina, todo muy bonito, por último los coches.
via : honorio-autosclasicos.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario