Las fotos son de baja calidad, se sacaron con el móvil con luz escasa e incluso posiblemente grasa en la lente.
Ya tenemos fuera el radiador.
Se apuntó el jefé de taller, yo ya he pasado a ser ayudante.
Ya está fuera el motor ahí colgado como un trofeo.
Soltar el cableado para colocarlo en el otro.
Este es el que está a la espera de la piezas que le faltan para poder colocarlo en el coche.
Ya hemos soltado la caja de cambios.ñ
Ahí se ve el convertidor de par, un poco oxidado y sucio, hay que han pasado más de treinta años de duro trabajo.

Hay suciedad acumulada por todas las piezas, se puede rascar.
Una primera limpieza quitando lo más gordo con una espátula.
Esa grasa mezclada con polvo y tierra que penetra en cada poro o surco de la piel, muy difícil de quitar, los guantes de látex se rompen y al final a mano descubierta.
A todo se acostumbra uno. Me comentaba un jefe que tuve al quejarme de un trabajo "mejor un puesto en Hacienda" que pena que no tengamos sitio todos ahí. via : honorio-autosclasicos.blogspot.com
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